Ensayo de una fotógrafa: Nan Goldin
Nan Goldin tuvo circunstancias familiares difíciles desde el inicio de su vida, vivió el suicidio de su hermana de once anos debido a un trastorno mental, la separación de sus padres de origen judío; decidió irse de su casa a los catorce, tuvo que desplazarse y vivir en diferentes foster homes , se fue a Massachusets a estudiar en una escuela alternativa y fue hasta que llegó a Boston a la School of the Museum of fine arts, que empezaron sus primeros brotes como fotógrafa, para entonces era 1977.
En esa época Goldin empieza a usar una Pentax con un lente angular y un flash, desde entonces la luz de destello se vuelve una parte fundamental de su estilo y composición. La curadora de arte Elisabeth Sussman afirmó que la característica de la luz artificial del flash es tan importante en la estética de Goldin que este tipo de iluminación es replicado aún cuando la fotógrafa trabaja con luz natural. Su trabajo es una documentación de su círculo íntimo, nos muestra las vivencias con la comunidad gay, las dragqueens y todo el ecosistema del Lower East Side de Manhathan, fotografías de ausencia con camas vacías, el tema del sida de los años ochenta y de la complicidad colectiva personal, es una apropiación de lo vernáculo, pero es cuidadosa en el aspecto de los elementos que salen en la foto, porque muchas fotografías suyas a veces están fuera de foco, con luces entremezcladas; eso le da una estética propia, que se va expresar claramente en su trabajo de The ballad of sexual depency.
Parte del principio de su trabajo se asocia inevitablemente con el alcohol y la vivencia de las fiestas, ella registra ese evento con el afán de poder recordar todo lo que haya pasado la noche anterior, de eso se trata la inmediatez de su trabajo, la memoria es uno de sus puntos más fuertes. De forma más personal, Goldin también escribía, tenía la misma necesidad de fotografiar como de escribir todo lo que pudiera. Cuando salió del hospital en Austin después de su estancia durante cincuenta y dos días, releyó sus diariorspara recordar cómo se había comportado realmente y con quiénes había convivido en esos momentos. Si vemos la foto de Taboo y Jimmy Paul en el baño, Nueva York, 1991 nos hace sentir que formamos parte de esa escena, como si Jimmy nos estuviera viendo de forma personal, pareciera que formáramos parte de las relaciones personales de Goldin. En palabras de la fotógrafa menciona cuál es la idea de haber invertido en su carrera y en esos temas "eran las personas con las que vivía, estos eran mis amigos, estos eran mi familia, esta era yo. Fotografiaba gente bailando mientras yo bailaba o gente teniendo sexo mientras yo tenía sexo. O gente bebiendo mientras yo bebía. No había separación entre lo que estaba fotografiando u yo", esto lo menciona en una entrevista que le hizo Stephen Westfall para una publicación del MomA de Nueva York.
Goldin vió a la par los trabajos de Larry Clark y Diane Arbus, aunque ella se sentía más inspirada en la fotografía del tipo de Guy Bourdin y Helmont Newton, ella quería en un principio ser fotógrafa de moda. A Goldin le interesó el trabajo de Clarck y el de Arbus, sin embargo, defirió con esta última en cuanto a sus fotos de dragqueens, porque el trabajo de Arbus se trata más de ella misma, trabajándolo de forma que los personajes de sus fotografías son lo que a Arbus le gustaría ser. Goldin no se probaba la piel ni se ponía los zapatos de sus relaciones íntimas que vemos en sus fotos, ella conserva esa distancia y los deja ser a ellos mismos, su prioridad se enfoca más en cuanto a la conservación de esos modos de ser. Arbus estaba rayando en la psicosis con tanta empatía por quien es retratado. En las fotos de Arbus de dragqueens pareciera emitirnos que busca revelarlas, como si quisiera desenmascarar sus identidades, pero Goldin buscaba algo diferente, ella quiso mostrarlas como otra opción de género, mas que de apropiación. Desde su perspectiva consideró que Arbus desnudaba a sus personajes, los exhibe de acuerdo con sus propias ideas preconcevidas de quiénes son. Arbus llegó a tener comunicación previa con muchos de sus modelos a retratar antes de ser capturados por la cámara, en cambio Goldin disparó , pero dejando ser a quien es retratado, porque sus fotos son al momento, halladas , y en el caso de Taboo con el abrigo de Roadkill, Nueva York, 1991, podemos percibir esta fusión del tercer género y no a un hombre vestido de mujer, los quiso mostrar como una posibilidad más de género sexual, sobretodo con la intención de respetarles; Goldin sentía gran admiración hacia las dragqueens por poder recrear y manifestar sus fantasías públicas, lo considera un acto valiente, y eso se ve claro en sus fotografías.
Dragqueen Arbus
Para la segunda mitad de los años setenta, Goldin trabajaba en un bar del Tin Pan Alley, donde surgió la idea de mostrar su secuencia de fotografías de su círculo íntimo de amigos con un pase de diapositivas, esa experiencia se volvió performática, y fue en el Mudd Club lower de Manhathan donde se presentó esta acción oficialmente, las fotografías empezaron a adquirir un sentido más lúdico entre los espectadores mientras se escuchaba música de fondo de james brown, nina simone, the velvet underground y otras sugerencias que le dieron sus amigos retratados en las fotografías. Parte importante de la composición del trabajo de Goldin en este tiempo fue que su obra tomaba un discurso narrativo auténtico, porque lo fotográfico es resignificado por una playlist definida por parte de Goldin, incluso se obtuvo una pista permanente para 1987 , así la incluyó en sus piezas las cuales mostró al MomA de Nueva York.
En la fotografía Nan one month after being battered , la fotógrafa fue golpeada por parte de su exmarine de 1980, quien casi le hizo perder el ojo izquierdo. Esa misma foto se volvió pieza central de su trabajo The ballad of sexual dependency. La presentación oficial del proyecto fue en 1985 en el Whitney Museum. Su proyecto de balada se convirtió en una obra apreciada y considerada como "la renovadora de la fotografía documental estadounidense y la legítima narradora de la escena contracultural de Nueva York en los años 70 y 80", porque tocan temas universales, es una muestra íntima de la construcción de relaciones humanas, de la transformación y necesidad de búsqueda de una identidad. Shelley en su sofá 1979 al igual que muchas de las fotografías de su compendio de balada, son capturas de realidad sin posar, "...mi deseo es preservar el sentido de la vida de las personas, dotarlos de la fuerza y la belleza que veo en ellos. Quiero que la gente en mis fotos vea hacia atrás. Deseo mostrar exactamente cómo luce mi mundo, sin glorificarlo ni hacerlo glamoroso...". Goldin no pretendía retratar los lugares recónditos miserables y las pocilgas neoyorquinas, y menciono esto porque se puede entender que ella buscase esa sordidez e idea de marginalidad, lo que pasa es que ella tomaba fotografías halladas, nunca las construía y tampoco alteró ninguna escena.
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