Autorretratos
El autorretrato es un juego entre la imagen reflejada y lo que el retratado desea proyectar sobre si mismo; puede considerarse una manifestación introspectiva de la persona, una forma de autobiografía y autocrítica. En palabras de Picasso, quien aplicó bastante este género en el arte, "al principio el autorretrato es un aprendizaje y luego se vuelve una representación: he aquí como me veo, he aquí como pienso que me vi".
En el autorretrato existen múltiples formas de significado, entre pintores y artistas, se pueden retratar como otro personaje, como observadores dentro de un cuadro que se presentan pero no se exponen, como actores necesarios en una escena. Todas éstas son formas con diferentes motivaciones y expresiones, y desde mi perspectiva, se han logrado mostrar tanto en la pintura como en la fotografía. Quien se autorretrata asume el papel de ser su propio modelo y puede plasmar su condición de artista ( en este caso de fotógrafo o pintor) en la obra que hace.
El fotógrafo Lee Friedlander en su autorretrato provoca en el espectador una duda acerca de sí mismo, sobre su personificación, que se asocia a cómo es que él quiere ser observado, es un papel protagónico mucho mas fidedigno a la realidad que una pintura, porque la cámara lo toma tal cual se vio en ese momento, pero con sus sombras incluidas en el cuadro. La fotografía de su autorretrato es truculenta, porque no nos muestra mas que su perímetro de forma reflejado en la espalda de otra persona; eso le da este motivo de juego para representarse de una forma no tan evidente, aún respetando la idea de estar com modelo en el centro. La vestimenta de la mujer u hombre que sale en la foto es adecuada para poder haber captado la sombra, la chamarra al ser iluminada con la luz solar, le permite a la sombra de Friedlander tener más nitidez. Sus autorretratos se transfigura en una manera de desafiar las nociones convencionales del retrato, la abstracción, la síntesis de la persona en segundos. Estos rasgos hacen diferenciar los autorretratos de los pintores de los fotógrafos.
Imogen Cunningham
La fotografía, al ser más verídica con lo mostrado en la realidad, por ende puede ser mas llamativa al ojo para entender la personificación que se asigna al disparador de la cámara. Este ejemplo de autorretrato no es el único en su especie dentro de la fotografía, podemos ver en la foto de Imogen Cunningham, fotógrafa estadounidense de principios de siglo XX, una personificación distinta, que apela a lo pictórico, porque su reflejo pareciera verse como si estuviera pintado, no obstante, tiene más juego en la composición de los objetos que coinciden en esa escena, y eso, desde mi perspectiva, la hace una imagen más interesante de observar.
Lo que comparten estos fotógrafos es la intención de hacer un retrato de firma, que implica la inclusión del autor de una obra de arte de forma "discreta" con doble intención, por un lado marcan la obra como creación propia y como una auto-representación. Vivian Mayer tiene esta peculiaridad en sus fotografías, aunque no fuese su intención considerarse fotógrafa de manera profesional, tenía una manera peculiar de hacer su propio registro.
Vivian Mayer
En la foto de Vivian Mayer, el encuadre no central hace que en un principio pase por alto su figura, mientras el reflejo del fondo del edificio resalta con un patrón de repetición y superposición de módulos.; por un lado, los del techo del edificio frente a ella, y por otro lado el reflejo de los módulos que conforman el edificio de en frente. La iluminación es de gran ayuda en la imagen, por los dos módulos centrales claros que resaltan, se lee la imagen de adentro hacia afuera, donde vemos en segundo plano los reflejos de los autos, la calle y un par de letreros del edificio de en frente. Mayer como modelo es incógnita, pareciera que quiere priorizar el entorno, sin perder su forma.
Nan Goldin.
Las fotografías de Nan retratan la complicidad entre sus compañeros de círculos cercanos, no prioriza los valores formales ni estéticos de la fotografía, algunas de ellas están fuera de foco, la composición es "incorrecta", Goldin capta la belleza del momento espontáneo, transmite la frustración y el instante no planeado de ese tiempo, sus fotografías son honestas, inquietantes, crudas y representativas. Ella sabía difuminarse en sus autorretratos, también se plasma tal cual es, es decir, nunca pretende vivir una situación en la que no se encuentra, al contrario, evidencia su realidad, por ejemplo, en su fotografía " un mes después de ser golpeada" en 1984.
Por otro lado, existen diversas posibilidades del autorretrato, como el caso de Velázquez, que es un secundario en sus Meninas y no obstante se encuentra presente como personaje observador; Arthemisa Gentileschi hizo su propia alegoría de la pintura a finales del siglo XVI. Rembrandt logró hacer mas de cien autorretratos, en diferentes técnicas de dibujo y pintura, siempre mostrando una fracción de él como artista que asume una identidad particular, y que evoluciona a lo largo del tiempo. Sus autorretratos no tienen la necesidad de Durero, que más bien buscaba una idealización de sí mismo, sino que son un auto-estudio donde se reconoce a sí mismo, donde se distingue su edad y su estado de ánimo de forma clara; para haber logrado esto en pintura se requirieron varios autorretratos, porque no es lo mismo ver la evolución de juventud a vejez y las mutaciones que expresa Rembrandt a las fotografías que pudieran tener la misma función de auto-estudio.
Las meninas, Diego VelázquezAutorretratos Rembrandt
Picasso se llegó a retratar como otro personaje, hizo una transfiguración, donde su cabeza de minotauro es la figura que él considera idónea para representar el concepto de su sexualidad. Estamos viendo la invención de sí mismo, no obstante, aunque este doble del autor sea una proyección de lo que se desea ser, el fotógrafo o pintor que se autorretrata delata una verdad suya, genuina. La composición en espiral llama la atención a la forma de leer la pintura, la propia posición encorvada y el que esté encima de la mujer, hace que se le observe entendiendo que su sexualidad es algo inhumano y pasional. Podemos ver que en la pintura modernista se prestó para que los pintores permitieran que hubiesen ciertos patrones fuera de la literalidad que los lograran representar, se ampliaron los términos formales y conceptuales dentro de la composición de la pintura. Chagall en su autorretato es metafórico, a diferencia de Courbet, representante del realismo en sus autorretratos.
Picasso, Serie de la Minotauromaquia, 1936
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